TALLER DE LITERATURA
Lo
que sigue es un cuento ficción… algo que creen que
vieron… leído el 23 de noviembre pasado en el cierre
de los talleres de Historia, Literatura y Periodismo.
LA
COSA
Por
Rodolfo Falchetti especial para Villa Crespo Digital
28
de diciembre del 2013
Alguien
que observaba el cielo en busca de indicios de la lluvia tan esperada
lo vio.
Brillaba al sol del atardecer creciendo de tamaño al acercarse.
Alertados
los vecinos se reunieron para mirarlo tejiendo conjeturas.
Para
algunos era una esfera naranja. Otros la definieron como cóncava
y rosada.
La cosa, denominación que se le dio después, descendió
lentamente en el centro de la plaza del pueblo.
Cuando
quedó inmóvil junto al monumento del prócer
se sorprendieron porque resultó ser un cubo de color blanco,
sin huecos ni aberturas.
El
temor los mantuvo alejados, atónitos, por eso nadie lo fotografió.
Este
fue el informe que un cronista aficionado trasmitió a la
radio de la cabecera del Partido.
Los
medios de la Capital ignoraron el hecho, salvo uno que hizo un comentario
ridiculizando a los que veían objetos raros en el firmamento.
Con
las primeras sombras de la noche la gente corriente se fue a charlar
al Club. No coincidieron en lo visto por cada uno ni en la forma
ni en el color del objeto.
Los
notables de la comunidad se reunieron invitados en la casa del Comisionado
Municipal, hombre instruido, de prestigio entre todos.
Este
pidió cautela en los comentarios para que nadie aprovechara
políticamente el hecho. El principal dirigente de la oposición
que integraba el consejo improvisado estuvo de acuerdo. El Gerente
del único Banco y el de la Cooperativa advirtieron sobre
lo grave que sería para la castigada economía de la
región que cundiera el pánico.
El
Cura párroco hizo un largo discurso definiendo a la cosa
como una señal del cielo. El Oficial de policía manifestó
interés en saber si habría algún responsable
penal en caso de producirse desórdenes. El médico
y el director del Colegio secundario pidieron mesura en lo que se
resolviera para no causar neurosis en la población, sobre
todo en los jóvenes.
Las
hipótesis fueron variadas. Desde las que veían en
la cosa un signo de Dios hasta la de los positivistas que aseguraban
que habría una explicación científica. Alguien
sugirió que, tal vez, fuera un ovni. Nada pudieron sacer
en conclusión. Se preguntaron porque si era al comienzo una
esfera resultó ser cuadrada y si alguien la tripulaba ¿por
dónde ingresaba o salía?
Quedaron
dudas en ese cónclave. Lo mismo que a los reunidos en el
Club.
Ya entrada la madrugada volvieron a la plaza. La cosa se había
ido en silencio como llegó, sin dejar huellas en el suelo.
Ya
alumbraban los primeros relámpagos. Luego vino la lluvia,
copiosa, que duró tres días.
El
alivio por la sequía sufrida les hizo olvidar el suceso…
Nunca
se aclaró el misterio y cada cual siguió en sus convicciones.
La
cosa quedó solo en el recuerdo y la anécdota.
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